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Irenko y la Ciudad de Cristal 

Pergaminos de Cristal - Capítulos 1 - 6

CUATRO NOCHES EN UNA

Al bajar de aquel bus, me vi en un ambiente totalmente diferente, a pesar de estar en el mismo mundo todo me pareció muy sucio, muy contaminado con todo tipo de basuras, incluyendo las que no se pueden observar con los ojos, restos de papeles, colillas de cigarrillos, botellas vacías, no es el simple hecho de ver la basura, sino el percibir la intención de la persona que la botó, cosas a las cuales nunca les di la importancia que realmente merecen. Comencé además a percibir muchas suciedades que no son las que se encuentran botadas en las calles, sino las que sembramos en cada acción.

Caminar con una mochila en las espaldas, agachándome para recoger cada basura que se me cruzaba en el camino, me encontré sintiendo mucha pena. Parecía un gesto de locura para muchos, pero no para quien desea ver limpio este mundo en el que estamos viviendo. Mi llanto no dejó de emanar en cada pestañar y en cada pregunta que me hice... -¿Por qué me siento tan llorón?... -¿Qué me está pasando?... es una sensibilidad que no puedo controlar, las lágrimas emanan muy fácil de emoción o de tristeza... El cielo parece ser el único intocable en este viaje de regreso, el mismo donde se situó mi vista en gran parte de este paseo, la limpieza que aún vemos y podemos respirar es lo más bello que va quedando sobre nuestras cabezas.

Comenzar a respirar cada vez más contaminado este hermoso aire que nos mantiene vivos, y a percibir en cada pasajero el dolor de cada aflicción en su interior, me hizo sentir acongojado, quería que nadie se me acercara. Los escalofríos no cesaron de compenetrarme, y la sensación de penas aumentó cada vez más, me vi acorralado en un sistema extraño de vida, como si por primera vez estuviera observando este mundo. Mi regreso a casa fue algo nuevo, algo como para observar, con la camiseta llena de basura en mi pecho que dejé dentro de un basurero una vez entrando a casa. Los recuerdos viven en imágenes dentro de nuestra mente, pero... -¿Cómo relatar o explicar lo que me ha sucedido? -¿Con quién poder compartir este sentir?... -¿Cómo puedo encajar todo esto que tengo en mi mente para la comprensión de los demás?...

Recuerdo haber subido a la montaña a pasar unos días de tranquilidad, a unos personajes poderosos llenos de luz y unas Ciudades hermosísimas... Una secuencia de imágenes que permanecen en mi mente, dentro de mis pensamientos y me siento responsable de compartir: "EXISTEN SERES EN OTROS MUNDOS Y NOS CONOCEN"

UN SIMPLE CAMPAMENTO

Aquel viernes de otoño, muy temprano, tomé la locomoción que me deja en el lugar que me entrega toda la tranquilidad que necesito.La Reserva Monumento natural El Morado, en la zona de San José de Maipo, arriba de nuestra Cordillera de Los Andes, la belleza vestida de encanto para el que quiere un verdadero descanso. Una vez encaminado en la montaña, se puede ver la maravilla que es sentir nuestros erguidos colosos de verde, y el blanco en su más hermoso espectáculo, la nieve, los árboles, el celeste del cielo y el sol como su centro de atracción. En este maravilloso entorno instalé mi humilde campamento.

La altura de El Morado es de 5060 mts. en la cumbre y 2500 mts. al nivel de campamento, estas son indicaciones que siempre los guardas del lugar dan a quienes entran en la reserva CONAF (Corporación Nacional Forestal de Chile)

Después de tres horas de caminar se llega a una hermosa laguna, en el trayecto conocí gente que subió por el día, conversamos hasta la mitad del camino, porque no alcanzaron a llegar ni siquiera a aguas minerales Panimávidas las que se encuentran a mitad del camino. En invierno es un verdadero espectáculo observar ese manto blanco que cubre todo alrededor, la nieve más linda y brillante, y en verano poder ver este sol que no perdona distracción de la piel descubierta. La naturaleza es nuestra amiga, pero debemos ser cautos en ver estos fenómenos de cambio de clima, debemos cuidarnos de disfrutar lo hermoso, pues también tiene su precio.

LA NOCHE ES INCREÍBLE

Mientras estos amigos disfrutaban de su baño nocturno, me dediqué a preparar comida para mi cena. Entre abrir el paquete de fideos y cocinarlos, pude oír el chapoteo del agua por el nado de mis amigos, creo que se divirtieron mucho esa noche de baños en la laguna, en un instante de silencio se calmó el movimiento del agua y me dije: -Ellos salieron de la Laguna, seguí insistiéndome que estaban locos para bañarse a esa hora... Ya anochecía, y entre cada una de las atenciones que le hice a mis fideos quise saber donde estaban mis amigos, ya que mi intención era invitarles a comer, cuando calculé que ellos estaban bien y en su carpa, me acerqué con unos vasos de té para que pasaran el frío.

Al aproximarme a su campamento inmediatamente salió Johanes, tomó el vaso con muchos agradecimientos en su idioma y me hizo regresar a mi carpa, me sentí algo avergonzado, ya mis fideos estaban casi listos hirviendo en la cocinilla, al lado de la roca. Cuando mis amigos se me acercaron los saludé cordialmente con las disculpas correspondientes por la intromisión de acercarme a su carpa sin avisar, ellos sonrieron y me dijeron que no le diera importancia a eso.

Ellos se sentaron a mi lado, y comenzaron a conversar cosas que resultaron bastante comunes, cosas que siempre se comentan entre quienes estamos y participamos en campamentos, la razón de mi viaje, como me sentía y esas cosas, conversación que nos hizo amenizar la noche. Una cosa muy divertida, es que personalmente aún pensaba que la otra persona que estaba con Johanes era una mujer, cuando Johanes me presentó con esta, a la vez nos saludamos y me saludó con voz muy suave, por su cabello rubio y ojos azules seguía seguro de su feminidad, mi desilusión fue cuando se bajó el cierre de la parca y mostró su pequeña barba sin bigote, y me dijo su nombre...

-Johansen... un nombre que me confundió por momentos entre ellos y el parecido con Johanes ¡mi supuesta Ella era un hombre! -Fue una lástima en parte, pues se veía muy bien como una mujer rubia de ojos azules... Comenzó un ambiente bastante grato, anotaron mi dirección en sus papeles y la de ellos en mi agenda con una cordial invitación para visitarles, dijeron ser de Wilburg, Alemania. Fue entonces cuando se despidieron y me dejaron con los fideos enfriándose, los cuales dejé dentro de mi carpa agregándoles el atún, tendría que comerlos solo...

Debido al horario y la conversación no alcancé a preparar la comida a tiempo, pero compartimos el té y carne vegetal que ellos trajeron, la cantidad de chocolates que llevaron era increíble, y la conversación fue entonces como si nos conociéramos desde siempre, las risas y juegos de mímica eran muy divertidos, pues no conozco otros idiomas, y por símbolos solamente me comunique con ellos y con algunas palabras básicas de inglés. Johanes me comprendía todo lo que quería decir, así que no fue un enredo que creí iba ser hablarles con un Inglés tipo Tarzán a mis nuevos amigos.

Reiteradas veces me invitaron a visitarlos en Alemania. Luego se despidieron, pues también tenían sus asuntos personales que atender. En un momento de soledad, me dediqué a observar este cielo esplendoroso que tenemos, maravillándome de las cosas creadas por alguien superior en algún tiempo desconocido aún para nosotros, porque por la Ciencia creemos saberlo todo, asociando la creación que pertenece a un Dios a una casualidad de una explosión que se ha designado el famoso Big-Bang, "Personalmente" no creo que haya salido de la nada este Universo, como para apoyar esta teoría, por lo que la idea de un Dios es la más aceptable para mí.Nuestro interior nos avisa de forma muy prudente nuestro origen en la creación.

Cerro El Morado monumento ecológico, en temporadas de entrada al invierno y verano finalizando el año, realmente es de observar esta maravilla que tenemos tan cerca en nuestra propia Cordillera de los Andes...

CAMPAMENTO

Al llegar al lugar de descanso, el resplandor de la Laguna parece recibir a cada nueva visita. Poder observar ese lugar es un verdadero regalo del cielo. -¡Qué maravilla es estar en comunión con nuestro interior! Una vez ubicado el lugar para acampar, al lado del agua junto a una roca, pude divisar una sola carpa alejada de la mía alejada unos 30 mts. siempre observo quienes son los vecinos de campaña, pero esa tarde no les pude ver hasta que comenzó a anochecer. Cuando los nuevos amigos vecinos bajaron del Glaciar San Francisco, sus brazos batieron un saludo a lo que respondí de la misma manera, aún antes de divisar sus caras.

SON AMISTOSOS

Teniendo estos lugares tan lindos para visitar, las personas no se ocupan de ver las cosas tan hermosas que están a su verdadero alcance, simplemente no lo hacen.La tranquilidad es impagable. Con ropas de colores como lo son los trajes de montaña, logré identificar a mis vecinos, yo estaba preparando un agua caliente para tomar una once que pensé pasaría solo, pero estos amigos se acercaron muy amistosamente, saludando como lo hacen los gringos con un hola entre español e inglés, les ofrecí tomar un té caliente, también les ofrecí carne vegetal a lo que ellos me dieron de sus chocolates y un charqui un poco sin sabor, comenzó entonces una amistad de camaradería.

Nos reímos mucho de cosas simples, que por mencionar alguna está no pronunciar muy bien las palabras, cuando el cierre de su parca se engancho en su barba, y cosas de ese tipo, parecían niños... Entre varios vasos de té que nos tomamos, el frío comenzó a ser dueño del lugar, no quisimos esperar esa baja temperatura así que después de reírnos bastante, nos despedimos hasta el día siguiente... Nuevamente con un sol maravilloso nos preparamos para el nuevo día, mis amigos no aparecían por ningún lado, seguramente partieron temprano a escalar en la Cordillera; tenían un equipo completísimo...

Me preparé unos panes con atún y tomate; y aprovechando el sol que estuvo radiante me refresqué en la Laguna, el agua no estaba muy tibia pero estaba soportable, siendo agua de los deshielos se debe ser valiente para meter las patitas a ella.Fue en la tarde cuando divisé a lo lejos a mis vecinos, venían en dirección del Glaciar como a 15 minutos del campamento. Recibíamos un nuevo anochecer, ellos se fueron directamente a su carpa, supongo que a cambiarse de ropas, luego sentí un ruido en la Laguna parecido a cuando alguien se tira al agua. Me dije: -¡Claro!

Eran ellos que a esa hora y oscuro se estaban bañando en la laguna, ¡no entiendo como aguantaban la temperatura del agua a esa hora! No sé si estaban locos pero a esa hora comienza a caer el frío y el agua no es muy tibia que digamos, para bañarse a esa hora se debe ser algo valiente. Deben haber sido como las nueve o diez de la noche...

Continuación...

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