Ángeles y Mensajes Celestiales 

Autor: Paola Yánez Zepeda

Luces, Ángeles y Mensajes Celestiales

 Dedicado con amor a mi padre, a los que

han ayudado en la trasmisión de este mensaje

y a todas aquellas hermosas esencias que en Cristo

se ha entregado en sacrificio por amor, ese

que el hombre aún no entiende.


ÍNDICE

Título
1- CONTEMPLANDO LOS CIELOS NORTINOS
2- OTROS VIAJES, NUEVAS EXPERIENCIAS
3- PAMPA PERDÍZ OTRA VEZ
4- CONTACTOS EN EX OFICINA SALITRERA LA NORIA
5- ¿CASUALIDAD O CAUSALIDAD?
6- ÁNGELES, LAS PRIMERAS CONVERSACIONES Y MENSAJES
7- NOSOTROS VIMOS UNAS LUCES...
8- REGRESO DE EX OFICINA SALITRERA
9- NUEVOS MENSAJES
10- MI PADRE, UN TESTIMONIO
11- NUEVOS CONTACTOS, MÁS ENSEÑANZA
12- MILLONES LO ACOMPAÑAN
13- NUEVAMENTE LA TV
14- MENSAJEROS Y SEMBRADORES
15- LA ENSEÑANZA SEGUIRÁ HASTA QUE EL SEÑOR DETENGA LA OBRA


INTRODUCCÍÓN :
Esto que comienzo a escribir, es una realidad que junto a familiares y amigos estamos viviendo. Es entonces, que por considerar de valiosa y vital importancia esta experiencia, más aún, al ya encontrarnos en las horas más oscuras de esta noche, y en penumbras de un nuevo amanecer galáctico, en tiempos de grandes y trascendentales cambios en todo orden para la humanidad y el planeta. Es entonces, por todas estas razones que hoy compartimos como se nos encomendara "CON GRAN ESTRUENDO EL MENSAJE" el cual, está siendo transmitido desde los cielos a través de los ÁNGELES.
Tenemos la certeza de que muchos hermanos entenderán el mensaje y asimilarán la doctrina entregada. Ahora, con el permiso y bendición de nuestro Señor Jesucristo y con la real esperanza de que este mensaje llegue e ilumine el corazón de cada hermanito, en esta tan personal búsqueda del verdadero camino a lo eterno, a lo imperecedero, el anhelado retorno al verdadero hogar de nuestro espíritu y que es en común-unión a quién nos creó, nuestro Dios y Padre Celestial.
Apoyando así, con este testimonio, la labor del arado y el gran sacrificio de los Ángeles, los cuales, por nuestro Señor el Cristo y el sublime amor que mueve sus energías que, nos advierten, pero no para amedrentar sino más bien para preparación de nuestras esencias y así más tarde no quejarnos de que no fuimos avisados de lo que se avecina a este mundo. Muchos ya se han sacrificado porque esta humanidad reciba la luz, no dejemos que sean vanos aquellos sacrificios.

CONTEMPLANDO LOS CIELOS NORTINOS

Todo comenzó hace algunos años en que, con la familia viajábamos hacia el interior de nuestra ciudad, recorriendo y conociendo lugares muy bellos de nuestro norte. Lugares como, por ejemplo, el cerro Unita, tan conocido por su geoglifo llamado "Gigante de Atacama" o los cerros Pintados, también conocido por la gran cantidad de geoglifos grabados en la ladera este de aquella franja de cerros. También visitamos muchos otros bellos lugares como las quebradas, entre ellas, la quebrada de Guatacondo, un muy especial lugar, por sus restos arqueológicos en el sector denominado Ramadita y más al interior, los llamados petroglifos de Tamentica. Quebradas existen muchas en esta región, y son estos lugares muy especiales y ricos en energías emanadas desde la tierra y aguas, excelentes para nuestros organismos, algunas de estas aguas con propiedades medicinales.

Debo aclarar que, en un principio, estos viajes los realizábamos por escapar y olvidar un poco la llamada "civilización" que a ratos ahoga, además otro de los fuertes motivos sería la formación que nuestros padres nos dieran, pues desde pequeños siempre estuvimos en mucho contacto con la naturaleza. Eran largos veraneos que nosotros realizábamos, así como muchas familias acá en el norte lo hacen; disfrutando de estas hermosas y cálidas playas, pues en este angosto y largo país costero y sobre todo acá en el norte lo que más hayamos son playas. También, viajamos algunas veces hacia el sur del país, nos sorprendía ver tanto verde y lluvias, bueno cuando se crece entre cerros y pampas con tan escasa vegetación igual terminas amando estos lugares con sus cerritos de tierras de variados colores. Todas estas razones provocan más tarde que tu ser necesite de estos lugares, para disfrutar de la paz y tranquilidad que estos nos regalan y esta necesidad será para el resto de tu vida.

Como decía, eran estos paseos algo más que eso, ya que, uno regresaba a la ciudad como con energías renovadas o como diría un buen amigo que ya no se encuentra entre nosotros, con las "pilas recargadas" pues algo parecido a éstas es lo que todos somos.

Nuestros viajes eran (y aún son) sin mucha preparación y sin gran equipaje, solo el de abrigo, algún sandwich y el infaltable café o té, para enfrentar el frío intenso de estas noches en esta querida pampa nortina y por último el deseo en nuestro interior de conectarnos armónicamente con todo lo que en estos lugares nos rodearía, lugares tan especiales y bellos como ya dije, cada cual con su propio encanto natural. Nos gustaba permanecer en estas localidades, para disfrutar de sus hermosos paisajes durante el día y, llegada la noche observar los cielos, ya que, aquí en el norte de mi país las estrellas se pueden ver con gran nitidez, los que hayan acampado en estos lugares y por las noches hayan observado los cielos, estarán de acuerdo con lo que aquí escribo, y es que, es un espectáculo estelar maravilloso que te hará soltar más de una lágrima. Eran estas, largas y hermosas noches que te invitan a la meditación y la reflexión, nos hace preguntarnos cosas como ¿Quiénes somos?, ¿Por qué estamos en este hermoso, pero mal tratado planeta llamado Tierra?, ¿Quién, no se habrá hecho estas u otras preguntas parecidas más de una vez en la vida?

Como ya dije, en un principio, los paseos los hacíamos por buscar tranquilidad y esa paz interior que estos lugares nos regalan, pero hubo un hecho que nos ocurrió en uno de estos viajes, que confieso de todo corazón, cambió el rumbo a nuestras vidas y además, nos motivó a realizar estas salidas al interior de la ciudad más a menudo. Este hecho fue, una experiencia tan hermosa, que con seguridad ninguna de las personas presentes aquella noche podrá olvidar.

Un día de septiembre del año 1997, que entre familiares y amigos, nos reunimos para una " salida a la pampa" como solíamos decir. Partimos de la ciudad aproximadamente a las 20:00 horas, el circuito realizado: ex oficinas salitreras Santiago Humberstone y Santa Laura, ubicadas a unos 40 kms. de nuestro puerto, luego tomamos la carretera hacia el norte en dirección a la localidad de Huara y algo más al norte de esta comuna, lugar en el cual decidimos detenernos junto al camino, para servirnos unos cafecitos, ya que, el frío allí calaba los huesos; cuando llegamos a este sitio ya eran las 24:00 horas aproximadamente ya que, mientras nos desplazábamos hacia este lugar nos detuvimos en varios sitios, para filmar y también disfrutar de los cielos.

Permanecimos en este lugar por largo tiempo, disfrutando de nuestros cafecitos y comentando lo impresionante que se veía el cielo y las constelaciones visibles, para nuestro hemisferio en este período del año, la gran nitidez con que se podía observar la eclíptica de nuestra galaxia vista desde nuestra posición en la Tierra, el cómo atraviesa, al parecer, los cielos cual sendero de plata, nuestra llamada Vía Láctea. Recuerdo que también hablamos, sobre cuentos e historias de la pampa, narradas alguna vez por nuestros abuelos, quienes en el pasado vivieran en estos lugares, en fin, hacíamos la noche agradable riéndonos, a veces, de alguno de estos relatos. Terminado el café se pensó en regresar a casa, por lo avanzado de la hora, ya eran, más de la una de la madrugada, así es que, subimos al vehículo y partimos. Pero una vez dentro de este, y antes de pasar nuevamente por la comuna de Huara, de común acuerdo cambiamos de parecer con respecto a volver a casa y ya frente a esta localidad decidimos pasar por el control de carabineros y seguir con rumbo al este, en dirección al cerro Unita. Al parecer, ninguno de nosotros tenía la real intención de volver a casa, fue entonces, que, nos olvidamos del tiempo y disfrutamos del resto de aquella especial y espacial noche.

El Unita, es un cerro isla, es decir, está situado en medio de una gran planicie de tierra y aislado. En éste cerro se encuentra el famoso geoglifo llamado "Gigante de Atacama" el cual se dice representa al dios de la cultura Tiawuanako, llamado, "Wiracocha."

Permanecimos, en éste cerro por algunas horas, ya que, su temperatura era agradable, muy distinta a la temperatura en la planicie en donde estuviéramos horas antes, era realmente cálido allí.

Estacionamos el vehículo en la falda oeste del cerro y luego algunos de nosotros comenzamos a subir hacia su cima, cuidando siempre de no provocar daño alguno al geoglifo gigante y menos aún a los pequeños, que cercanos a éste se encuentran. De verdad era agradable estar allí y la calidez se podía medir, pues notamos que llegaba poco más arriba de las rodillas lo más cálido. Este cerro, no tiene mucha altura, pero desde su cima se pueden ver algunas localidades tan distantes como Pozo Almonte, por ejemplo, con sus lucecitas amarillentas, y algunas otras localidades, intercaladas éstas por grandes extensiones de oscuridad entre una y otra. Y si se mira en dirección suroeste, y hay nubosidad hacia la costa, se puede observar el reflejo luminoso de nuestro puerto.

Algo que hasta hoy llama mi atención, es haberme fijado en que a pesar de haber una luna amarillenta y menguante, ya, casi por perderse de nuestra vista, aquel dibujo gigante y los pequeños que lo acompañan, se podían observar con claridad aún a cientos de metros antes de llegar a ellos, y cosa curiosa es, que esto mismo pudimos notar en los geoglifos de cerros Pintados y los de la quebrada de Guatacondo, es como si hubiesen sido hechos estos gravados, para poder ser vistos de noche por estos verdaderos artistas, los antiguos habitantes caravaneros, como una guía también nocturna, quizá.

Después de haber permanecido largo rato sobre la cima del Unita, comenzamos a bajar y ya junto al vehículo, nos tendimos con una manta sobre la arena y alguien sacó la cámara filmadora, para hacer algunas tomas de la luna antes de que ésta se perdiera y también de las localidades con sus luces visibles a la distancia, mientras otro, lanzaba de vez en cuando un haz de luz dirigido al espacio con un foco halógeno y bromeando sobre recibir respuesta desde las estrellas. Pronto decidimos volver a la ciudad, eran ya las 04:30 a.m. aproximadamente.

Cuando pasábamos nuevamente por la ex oficina Santiago Humberstone, nos detuvimos en el estacionamiento que está frente a la entrada de esta oficina, para mirar otro rato el cielo - pensamos - pero el frío y el viento helados nos devolvió en dos minutos al vehículo. Continuamos entonces el regreso a casa, pero a la altura de la llamada "Pampa Perdiz" tomé el foco halógeno, para iluminar hacia el espacio mientras nos desplazábamos, luego lo dejé en el piso del auto y me volví para observar hacia arriba, grande fue mi sorpresa al ver varias luces que en su vuelo enfilaban hacia el norte, de inmediato se lo comuniqué a mi hermano quien conducía, éste frenó rápidamente y algo brusco, razón por la cual todos los pasajeros que atrás dormían, de un salto despertaron. Bajamos casi todos del vehículo y tomando nuevamente el foco, lanzamos un haz de luz dirigido a aquellas luces, las cuales se desplazaban a no mucha velocidad pudiendo así contarlas, eran diez luces. Para comparar la magnitud de aquellas luces con algo conocido, diré que, eran como la estrella Sirio, y su altitud como a unos 2000 metros aproximadamente.

De pronto, tres de estas luces rompieron su formación y comenzaron a devolverse, pero esta vez venían en dirección a nosotros, aumentando cada vez más la magnitud de su luz y siempre en bajada, llegando la primera de aquellas, a unos 300 metros de distancia de nuestra posición y regalándonos ahora un destello increíblemente luminoso, tan intenso que lo primero que vino a nuestras mentes - por lo menos fue lo que comenté con mi hermano más tarde - al ver esa maravilla fue, la frase o pensamiento: "y los cielos se abrieron" esto fue extraño, es como haber pensado lo mismo y en un mismo instante, como una conexión desconocida aún para nosotros, no sé que nos hizo pensar esto, quizá haya sido por la proximidad de esta intensa luz, que pudimos también notar cosas a su alrededor y que por el cielo oscuro no se notaban, como por ejemplo, pequeñas nubosidades en derredor de esta luz. El color de estas luces era parecido al de la luz blanca de la soldadura, más blanco aún, tanta luz como la que nunca antes vimos, y que al expandirse, era como de un color violáceo. También, pudimos ver, en el preciso instante de la iluminación, todas las lomas de los cerros que nos rodeaban. Todo esto, tuvo una duración de dos minutos, los dos minutos más largos de mi vida. Luego las tres luces que bajaran, retrocedieron como cuando uno estira un elástico y luego deja que éste se contraiga, tan precisas en su desplazamiento al encabezar nuevamente al resto de luces que en la altura esperaba, para luego retomar su vuelo hacia el norte. Jamás vi tanta precisión, ni en los más experimentados acróbatas aéreos de esta tierra. Afortunadamente, pudimos grabar todo este acontecimiento, o quizá debiera decir desafortunadamente. En fin, allí en plena pampa, a las 05:14 a.m. y aún con la boca abierta del asombro, estábamos todos mirando, cómo aquellas luces ya se perdían en la distancia. Nos amanecimos, reviviendo una y otra vez lo ocurrido.

Sobre la filmación, puedo decir que fue exhibida, tiempo después en un programa de televisión sobre el tema ovni y también puedo decir por propia experiencia que, sabemos hoy que este tipo de grabaciones no debieran caer en manos oscuras, ya que existe un poderoso comercio de estas cosas y que hay gente que vive de esto; lo peor de todo esto es que, estas mismas personas oscuras manipulan y tergiversan las historias de aquellos ingenuos protagonistas, para ocultar o desvirtuar este tipo de testimonio. Estos personajes públicos tienen algo de conocimiento, pero lamentablemente no muy claro de lo que está pasando realmente, y además son manipulados y presionados económicamente por entidades extranjeras, para echar por tierra cada una de estas evidencias, y que casi siempre son captadas por aficionados. Lamentablemente también diré que son personas que no ven, y que en su ceguera, no se dan cuenta de la esencia de estas cosas.

Esta experiencia, ha sido fundamental para nosotros y la puerta de entrada, a conocer una realidad que es y que siempre estuvo frente a nuestros ojos, pero que muchos temen ver y menos aceptar, prefieren seguir dormidos en la muerte.

OTROS VIAJES, NUEVAS EXPERIENCIAS

Desde aquel 14 de septiembre, que continuamos con las salidas, y disfrutamos de estas como gratos paseos. Pero, ya no llevamos nada para captar o cazar pruebas, pues ya no han de importarnos, solo una pequeña linterna, para iluminar nuestras caminatas nocturnas e incluso este artefacto muchas veces es innecesario, bueno, solo para aquel juego de intercambio de luces que en un principio realizamos para llamar la atención - según pensamos - de aquellos navegantes celestiales. Hoy, sabemos que cada ser vivo posee un campo luminoso, la llamada " aura" por algunas culturas de oriente; este campo luminoso que nos rodea y envuelve es visto por nuestros hermanos de las estrellas, dado a su avanzada apertura de conciencia y evolucionada espiritualidad, es esta visión la que también nosotros los humanos podemos desarrollar por medio del amor, el sublime amor, amor el cual, Cristo nos vino a enseñar.

Existen muchas personas en este planeta, que ya poseen este tipo de visión y muchas otras cualidades que el ser humano tiene como herencia genética, que en la gran mayoría de nosotros, dormidas han de encontrarse.

Como ejemplo a esto, se pueden mencionar enseñanzas de culturas tan antiguas como la tibetana o budista, las cuales no por casualidad nos llegan y hablan sobre la importancia de cultivar nuestro espíritu, pueblos con nulo avance tecnológico, que viven solo para desarrollar y cultivar el espíritu, la divinidad, y que nos llevan gran distancia a nosotros los occidentales en este desarrollo; pero por supuesto que algo está pasando en esta cultura occidental no creen, pues no porque sí hoy por hoy se nos bombardea sobre el tema de Dios y nuestro espíritu, como si fuera una moda, no será que algo está realmente sucediendo a niveles imperceptibles para nosotros, y que nuestro espíritu está pidiendo a gritos su propio alimento, el cual, es hallado en alguna religión, no importando cual sea esta, pues dentro de aquella siempre habrán de quienes logren la deseada conexión con nuestro Creador, o habrá también de aquellos, que lograrán esta misma conexión sin necesidad de pertenecer a cual o tal religión, pues qué ha de importar el nombre de aquella, pues no ha de existir religión elegida, como se nos ha querido inculcar, ya que, todas ellas apuntan a un mismo camino el verdadero Camino y será pues nuestro propio espíritu y nuestro corazón, en el que nuestro Cristo derramó parte de su esencia al morir por todos nosotros, el que nos guíe en este caminar.

Para continuar, diré que, entre los viajes que siguieron fuimos a muchos sitios de nuestra región, pueblos, caseríos, quebradas, hermosos lugares en los cuales tuvimos la oportunidad de conocer personas muy sencillas, interesantes y de gran sabiduría. Conocimos la forma tan simple y humilde en que el hombre andino convive en gran armonía con su entorno. Un ejemplo de esto se me viene a la mente en este momento, recuerdo que en una oportunidad en que junto a uno de mis hermanos nos encontrábamos en una quebrada, conocida aquí en el norte por sus aguas termales y medicinales, en ella pudimos ver a un aymará mientras realizaba una labor en su tierra, observamos con atención el cómo este hombre, con mucha reverencia, pedía permiso a la "Pacha Mama" (Madre Tierra) en su propia lengua y en alta voz, en cada movimiento que realizaba; quería este hombre bloquear con una gran piedra, el paso del agua de una pequeña cascada y así controlar el agua para sus regadíos.

En un principio no entendíamos nada, pero pronto nos dimos cuenta de que se trataba pues, le hablaba al árbol, a la tierra, a las piedras, al agua, al sol y se paraba y se agachaba, todo esto con mucha reverencia; pronto el hombre concluyó su labor y caminando se dirigió al estanque de agua, lugar desde el cual, nosotros disimuladamente lo observábamos, nos saludó muy sonriente mientras lavaba sus manos cubiertas de barro, luego con la misma sonrisa se alejó e internándose entre matorrales continuó hablando en alta voz con la naturaleza, quizá - pensamos - a continuar con algún otro que hacer, pues acababa de asomar el Tata Inti (padre sol) Bueno, pero todo esto es algo que nosotros los llamados "K'HARAS" (blancos) no logramos comprender, no asimilamos aún el significado del verdadero respeto a nuestra Madre Tierra, la cual, es un ser vivo al igual que todos nosotros, pero con la diferencia de que este ser es gigantesco y hoy sufre por esta comezón llamada hombre, del cual pronto habrá de sacudirse y limpiar sus lomos, para luego tomar su muy merecido descanso.

Luego de lo aprendido de aquel hombre aymará, quisimos visitar otras localidades y conocer más de su gente, para saber sobre sus creencias, es así que nos enteramos que ellos tienen muy claro que el hombre no está solo en este planeta y mencionan a los dioses o hermanos mayores, que nos visitan y muchas veces atraviesan en sus luces o grandes naves por estos alejados lugares, siendo esto para aquella gente algo casi cotidiano, pero si reservado llegado el momento de tratar el tema con quien recién están conociendo, y luego según su sensible percepción, después de un tiempo de conocerte, de estudiarte y ver algo más allá de lo que tu crees mostrar, percibiendo ellos la intención de aquella conversación es si se abrirán o no a tocar cierto tipo de temas sagrados especialmente los ancianos que son los que guardan todo el conocimiento heredado de sus antepasados, a los cuales hoy aún veneran en sus lugares sagrados, como lo son sus cerros Mallkus, sus Pukarás o sitios especialmente marcados por Tamentica, y además, lugar este en el cual nos ocurriría algo nuevamente interesante con respecto a las cosas de los cielos. Eran las 02:00 a.m. cuando llegamos al sector donde se encuentran los petroglifos, que es antes de llegar al pueblo mismo. Comenzamos a recorrer el circuito de los petroglifos, guiándonos con una pequeña linterna que no nos permitía apreciar en su totalidad la gran cantidad de estos grabados en la piedra, dejados por nuestros antepasados, en mi opinión, los cuales más de un mensaje quisieron transmitir en sus dibujos, mostrándonos escenas de la vida cotidiana, algún tipo de deidades y además, eventos estelares de aquel tiempo o futuro quizá. Al no poder apreciarlos en su totalidad como antes dije, pues están estos dibujos en grandes rocas grabadas, ubicadas en un sector, por explicarlo de alguna forma, como en un mini cañón de colorado, por lo cual en la noche, solo con luz de luna se pueden ver claramente, pero aquella noche no había luna así es que nos dedicamos a mirar el cielo, pues era una bella noche e invitaba además a la reflexión, las estrellas se veían sencillamente hermosas como siempre.

Algo que favorece la clara observación es que en estos lugares no hay contaminación lumínica o de otro tipo, bueno si no fuera por el resplandor de algunas mineras cercanas, que de paso digo, están secando algunos santuarios de la naturaleza y contaminando con detergentes industriales lugares como el río Loa, el cual siendo niños y digo con nostalgia, disfrutamos de sus cristalinas aguas, por las cuales hoy solo espumas, aceites y la muerte de muchas especies lo recorren. Pero, por más que se quiera acallar, con el poder del papel y metal y el llamado progreso - retroceso - la verdad salta a la vista y es lamentable y muy triste, como antes mencioné, si no fuera por estos puntos negros en el mapa todo sería perfecto tal como fue entregado. Pero, para retomar lo bonito de esta historia, diré que, cuando se lleva bastante tiempo observando el cielo por las noches, sin necesariamente ser astrónomo, puedes estudiar el movimiento de algunos objetos habituales que surcan nuestro cielo y aprendes a identificar un satélite de un aerolito por ejemplo, o de otros objetos con movimientos como dicen inteligentes; también, puedes conocer las horas de transito visible, a nuestros ojos, de los satélites pues, si bien es cierto, estos objetos reflejan en sus cuerpos la luz que reciben de nuestro sol, es así que, hay horas de la noche en que tenemos nula visibilidad de estos objetos y es por efecto de la sombra que proyecta sobre ellos nuestro planeta, el que no podamos verlos, pero por supuesto siguen orbitándonos, estas horas son entre las 23:00 p.m. y las 04:30 a.m. más o menos.

Es entonces, que, durante estas horas pudimos ver luces increíblemente luminosas, estáticas e intermitentes, desde una hasta cinco reunidas en un sector especifico del cielo, otras veces avanzando lentamente con una órbita determinada, pero siempre intermitentes y muy parecidas al flash de una cámara fotográfica pero miles de veces más potente que aquella. Ya al amanecer comenzaba el tránsito entre satélites y objetos luminosos de ¡ todo tipo! Pero, como antes mencioné, ya sabíamos reconocer unos de otros, pues había aquellos que nos respondían a las señales de linterna que hacíamos con uno o varios destellos y se creaba como un juego de intercambio de luces. Aquella noche en la quebrada de Guatacondo, vimos cómo dos objetos luminosos viajaban a gran velocidad, pero en direcciones opuestas, uno de sur a norte y otro de norte a sur, vistos desde nuestra posición, nos pareció que estos objetos transitaban por una misma órbita, es por esto, que creímos en un instante se estrellarían, pero para nuestra sorpresa y tranquilidad ocurrió que se cruzaron haciéndose cambio de luces, tal como lo harían dos vehículos en nuestras carreteras.

Hoy, sé que muchos creerán estas cosas porque las han vivido y saben también que todo esto es cierto, pues en nuestros viajes nos encontramos con muchos locos como nosotros y con las mismas inquietudes. Ahora, puedo contar que a diario es posible ver estas cosas por sobre la misma ciudad, aún en aquellas noches de luna llena, en que su claridad nos permite ver solamente las estrellas de mayor magnitud, tan solo debemos tomarnos unos minutos para disfrutar de la belleza de nuestros cielos, además que nos hace bien para el alma y pues, quién sabe si desde allí recibamos un cordial saludo de algún hermano procedente desde muy lejanas galaxias o mejor aún quizá, desde aquí mismo. 

Continuación...

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